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LAS HERMANAS JULIA Y OLGA CUQUERELLA APARECEN EN LOS CORREOS INTERVENIDOS POR LA POLICÍA
La asistente personal y una empleada de Urdangarín están vinculadas a El Yunque
El duque de Palma, Iñaki Urdangarín (Efe)
José L. Lobo - Sígueme en Twitter 13/02/2012 (06:00h)
Los tentáculos de El Yunque, una secta de ultraderechistas católicos que busca infiltrarse en las estructuras del poder político, podrían haber llegado hasta los aledaños de la mismísima familia real. Julia Cuquerella Gamboa, asistente personal de Iñaki Urdangarín -y ocasionalmente de la infanta Cristina de Borbón-, y su hermana Olga Cuquerella Gamboa, una de las empleadas fantasma que el yerno de Don Juan Carlos contrató para pagar menos a Hacienda, tienen vínculos familiares con la sociedad secreta, según han revelado a El Confidencial fuentes cercanas a la Casa del Rey y a diversas asociaciones laicas cristianas enfrentadas con la secta.Las hermanas Julia y Olga Cuquerella aparecen citadas en varios correos electrónicos intervenidos por la policía en el registro de la sede del Instituto Nóos y otras sociedades vinculadas al supuesto entramado delictivo tejido por el yerno del Rey y su socio, Diego Torres, ambos imputados. Este último se negó a prestar declaración el pasado sábado ante el juez que instruye el caso, José Castro.
En uno de esos e-mails, fechado el 18 de septiembre de 2009, Julia Cuquerella escribe a Urdangarín: "Iñaki, como sabes, SAR [se refiere a Su Alteza Real la infanta Cristina] me ha encargado unas compras que no puedo justifcar por gastos de Aizoon [la inmobiliaria a la que se desviaron buena parte de los fondos públicos captados por el Instituto Nóos, propiedad al 50% del duque de Palma y la Infanta]. Si te parece le doy los tiques a Marco [el contable de la trama, Marco Tejeiro] para que él me devuelva el dinero de la caja. ¿Nos das el OK? Gracias".
Su hermana Olga Cuquerella era una de las empleadas fantasma contratadas por Urdangarín y la hija menor del Rey para la inmobiliaria Aizoon con el fin de defraudar a Hacienda. En otro correo electrónico interceptado por la policía e incorporado al sumario que instruye el juez Castro. Tejeiro pregunta a Julia el 9 de septiembre de 2009: "¿Sabes de alguien que le pueda interesar que le contratemos para acumular Seguridad Social? Sería para lo que queda de año y para el siguiente". La asistente personal del duque de Palma responde al contable al día siguiente: "Mi cuñada, que está en Madrid, está interesada".
El Yunque e Intereconomía
Las fuentes de la investigación consultadas aseguran que esa cuñada a la que alude Julia Cuquerella es la esposa de su hermano Marcial Cuquerella Gamboa, director general de Intereconomía TV y presunto miembro de El Yunque, según coinciden en señalar todos los testimonios recogidos por El Confidencial. Marcial Cuquerella negó a este diario su pertenencia a la secta secreta, cuyos integrantes se consideran "una casta de elegidos" juramentada para "luchar contra los perversos enemigos de Dios y de la patria": "Hace mucho tiempo que me relacionan con El Yunque, y es la primera vez que alguien me lo pregunta directamente. Pero no tengo nada que ver con ellos".
Fernando López Luengos, vicepresidente de la asociación Educación y Persona y autor de un informe muy crítico con la secta que obra en poder de la Conferencia Episcopal, en el que pone al descubierto a los supuestos integrantes de la sociedad secreta y sus actividades de infiltración y captación de adolescentes, ha señalado a Marcial Cuquerella como uno de los miembros más activos de El Yunque. También lo ha hecho el sacerdote Luis Fernando de Prada, director espiritual de la Universidad San Pablo-CEU. Sin embargo, tanto López Luengos como De Prada, en conversación con El Confidencial, rehusaron hacer declaraciones.
Tras descartar a su cuñada, la asistente personal de Urdangarín propuso al contable de la trama los nombres de tres personas para ocupar otros tantos puestos de trabajo ficticios en Aizoon, entre ellos el de su hermana Olga Cuquerella. "Tiene una niña nacida en enero de 2008", explica Julia Cuquerella a Tejeiro. "Me dice que supone que ya lo sabrás, pero que cree que la empresa tiene una bonificación por contratar a mujeres con hijos menores de tres años. Me comentó que cree que Aizoon puede pedir beneficios sociales como empresa por tener contratadas a madres de niños pequeños y/o familais numerosas".
Julia Cuquerella ha rehusado responder a las llamadas de este diario. Su hermana Olga, miembro muy activo de Hazte Oír, una de las plataformas que presuntamente sirven de tapadera a El Yunque, también negó toda vinculación con la sociedad secreta. "Mi hermano Marcial no lo sé, pero yo no tengo nada que ver con El Yunque. Y de mi hermana Julia lo único que sé es que es miembro supernumerario del Opus Dei", señaló.
Cruzados de Cristo Rey
El marido de Olga Cuquerella es Álvaro Zulueta, tesorero de Hazte Oír y uno de los miembros clave de El Yunque en España, según asegura el periodista mexicano Álvaro Delgado, autor del libro El Yunque: la ultraderecha en el poder, que le valió el Premio Nacional de Periodismo en su país. Delgado señala a Zulueta como la pieza de conexión entre El Yunque, Hazte Oír y los Cruzados de Cristo Rey, una fraternidad sacerdotal integrista creada, entre otros, por el fundador de la secta secreta en México, Ramón Plata Moreno, que sirve de apoyo espiritual a los miembros de ésta.
Los vínculos de los Cuquerella Gamboa con la familia real se remontan varias décadas atrás, y no se limitan a la relación laboral de Julia y Olga con Aizoon, la empresa de Urdangarín y la infanta Cristina. Su abuelo, el almirante de la Armada Marcial Gamboa Sánchez-Barcaiztegui, fallecido en 1986, mantuvo una relación muy cercana con Don Juan Carlos y fue nombrado por éste senador de designación real en los primeros años de la Transición.
El militar destacó siempre por sus posiciones ultraderechistas, como cuando exigió la supresión del término "nacionalidades" de la Constitución, reclamó que el Rey pudiera disolver Las Cortes "por motivos de especial gravedad para los intereses nacionales" y combatió ferozmente el divorcio, argumentando que éste sólo podría aceptarse "en caso de fallecimiento de uno de los cónyuges".